Historia de la obras misioneras vicentinas en Colombia

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Seminarios diocesanos

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Historia
La fundación por el Excmo. Mons. Esteban Rojas Tobar, primer Obispo del Tolima.

Por Decreto Consistorial del 30 de agosto de 1894 fue creada la Diócesis del Tolima, con sede en Neiva y el 18 de marzo de 1895 fue preconizado Obispo de la nueva Diócesis el entonces Párroco de Timaná, Excelentísimo Señor Esteban Rojas Tobar, quien recibida en Roma, el 21 de abril del mismo año, la Consagración Episcopal, regresó inmediatamente a Colombia y tomó posesión de su extensa Diócesis el 21 de julio de 1895, en Neiva, entonces capital diocesana. Ese mismo día dio el Decreto de creación del Seminario Diocesano que funcionaría en Neiva, a partir del 1 de octubre de ese mismo año, con los seminaristas pertenecientes al Tolima que estudiaban en los seminarios de Bogotá y Popayán. Pero de inmediato comenzaron también las dificultades. Monseñor Rojas había solicitado al Congreso de la República una autorización para que la Asamblea del Tolima, le cediera el Colegio Santa Librada de Neiva, por 10 años con sus rentas, para abrir el Seminario. Pero como lo expresaba el prelado en nota dirigida a la Nunciatura el 13 de junio de 1896, “en Neiva hubo oposición formidable”. Por eso el Seminario no se abrió hasta el 15 de octubre de 1895, en el edificio del Colegio San Luis Gonzaga en Elías, con 25 alumnos en el Mayor y más de 100 en el Menor.

En el Decreto sobre el Seminario Mayor, del 24 de noviembre de 1895, el Excmo. Señor Rojas, precisa el Plan de Estudios del Seminario Mayor. El 29 de noviembre, da inicio a la novena de preparación a la Fiesta de la Inmaculada Concepción, con una manifestación de amor filial a la Santísima Virgen, compuesta por el mismo prelado para ambos seminarios, que los primeros alumnos firmaron ese día en Elías. Elevó el Colegio de San Luis Gonzaga a la categoría de Seminario y eligió el 8 de diciembre como fecha para la inauguración solemne. Ese 8 de diciembre de 1895 celebró de Pontifical la Fiesta de la Inmaculada Concepción, y en ella ordenó presbítero al diácono Manuel Suárez Saavedra, exhortó a los fieles a apoyar los propósitos de situar el Seminario en Elías, que tanto había contribuido a la fundación del Colegio y nombró Rector de ambos seminarios al Pbro. Rodulfo Pérez Castillo.

El libro de registro de calificaciones de ese año académico 1895-1896, registra los primeros exámenes trimestrales en Elías, el 20 de enero de 1896. Allí está la lista de 25 alumnos, que serían los alumnos fundadores del Seminario Mayor en Elías: Silvestre Bahamón, Arturo Calderón, Abraham Castro, Félix Castro, Moisés Castro, Teófilo Castro, Jesús María Cuartas, Andrés Cruz, Leoncio Chinchilla, Clodomiro Díaz, Anselmo España, Bartolomé Guevara, Antonio Hartmann, Andrés Hermida, Juan de Dios Jaramillo, Delfín Losada, Demetrio Luque, Máximo Luna, Benjamín Moncaleano, Drigelio Muñoz, Aristides Nieto, Arsenio Repizo, Isidro Salgado, Rufino Salazar y Enrique Suárez. El último registro de calificaciones del Seminario Mayor firmado en este primer período en Elías, es del 5 de agosto de 1896, con 21 alumnos. Así inició en Elías, el que fuera el primer Seminario del Gran Tolima.

A finales del mismo año 1895, los feligreses de Garzón ofrecieron al Señor Obispo Rojas dinero, materiales y trabajo gratuito para la construcción de un edificio para el Seminario en esta ciudad; el 31 de diciembre de ese año, el Señor Obispo, da el Decreto No. 27, en el que acepta el ofrecimiento, confirma la designación del Señor Rodolfo Rojas como recaudador y tesorero de los fondos destinados a la construcción del Seminario, y constituye la Junta Directiva para organizar cuanto antes los trabajos.

Traslado del Seminario Mayor a Neiva.

A finales del año 1896, y terminado el año académico en Elías, el Seminario Mayor se trasladó a Neiva, a la casa donde después funcionó el “Hotel Libertador”, el Menor quedó en Elías. Allí en Neiva inicia el año académico 1896-1897, con 12 alumnos, todavía bajo la dirección del Pbro. Rodulfo Pérez Castillo, como está registrado en el libro de calificaciones de exámenes semestrales firmado en Neiva el 24 de abril de 1897. Recibían lecciones de los Padres Maristas que entonces tenían a cargo el Colegio Santa Librada. La estadía en Neiva fue prácticamente lo correspondiente a un año académico, pues el último registro de calificaciones firmado en Neiva es del 28 de julio de 1897.

Primera estadía del Seminario Menor y Mayor en Garzón.

En 1896, el Seminario Menor fue también trasladado a Garzón, a lo que hoy es la Curia Diocesana. Como las cosas no pudieron marchar bien, entre otras cosas por la estrechez de la casa, los días 17 y 18 de febrero de 1899, regresa el Menor a Elías, donde continuó hasta 1922. Con relación al Seminario Mayor, los datos del año 1898, son un tanto inciertos. Un grupo terminó los estudios, otros al parecer quedaron terminando sus estudios en la Curia en Garzón y otros pasaron a ser maestros del Seminario Menor. En el archivo de calificaciones aparecen los resultados de los exámenes anuales de los seminaristas Rafael Pareja, Arturo Calderón, Jesús María Mera, Drigelio Muñoz y Rufino Salazar, que al parecer quedaron en la Curia Episcopal en Garzón terminando sus estudios. El 12 de mayo de ese año, terminados los trabajos del Sínodo del Tolima, Mons. Rojas, emprendió los trabajos del primer edificio del Seminario en Garzón. En la fiesta de la Inmaculada, ordenó cuatro de los seminaristas que habían terminado sus estudios en la Diócesis: Moisés Castro, Abraham Castro, Antonio Hartmann y Juan de Dios Jaramillo, quienes fueron como las primicias de sus esfuerzos episcopales.

En 1899, Monseñor Rojas reunió a todos los Mayoristas de nuevo en Garzón, en la casa que hoy es la Curia Episcopal. Nombró como rector al Padre Manuel Esteban Paredes, especializado en San Sulpicio y como Vicerrector el Doctor Presbítero Ismael Perdomo Borrero, más tarde primer Obispo de Ibagué y luego Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, hoy siervo de Dios en proceso de beatificación. El primer registro de resultados de exámenes anuales firmado en este período en Garzón es del 18 de de julio de 1899, con 19 alumnos. Una nota precisa que “este año escolar empezó el 3 de febrero”. En Garzón permanece el Seminario Mayor hasta 1902, cuando pasó otra vez a Elías. El último registro de resultados de exámenes trimestrales firmado en Garzón es del 5 de julio de 1902, con 16 alumnos.

Por Decreto Consistorial del 20 de mayo de 1900 la Santa Sede suprimió la Diócesis del Tolima, creada en 1895, y su territorio fue dividido en dos porciones, norte y sur, para crear el mismo Decreto las Diócesis de Ibagué y Garzón. Monseñor Rojas fue nombrado Obispo de la Diócesis de Garzón y Administrador de Ibagué. Por Decreto No. 90 del 12 de marzo de 1901 creó el Seminario de San Joaquín en Ibagué, para que iniciara labores el 15 de abril siguiente.

El Seminario Mayor regresa a Elías.

El año académico 1902-1903 del Seminario Mayor, comienza de nuevo en Elías. El primer registro de resultados de exámenes semestrales de este año académico está firmado el 7 de mayo de 1903, con 18 alumnos. En 1903, fue nombrado Obispo de Ibagué el su Excelencia Mons. Ismael Perdomo Borrero, quien había estado como Vicerrector del Seminario hasta 1901; tomó posesión de la Diócesis en Honda, el 26 de agosto de ese mismo año. En el año académico 1903-1904, inicia la rectoría del Padre Pedro María Rodríguez Andrade, futuro Obispo de Ibagué, quien dirigió el Seminario Mayor hasta 1908.

Traslado del Seminario Mayor a su primer local propio en Garzón.

En 1908, es nombrado rector el Padre Octavio Hernández, a quien correspondió el traslado del Seminario Mayor a su primer local propio en Garzón, a finales de 1909, al edificio recién construido gracias a la generosidad y a los esfuerzos de los feligreses de Garzón, en el sector de Nazaret, lugar que hoy ocupa el Parque “Esteban Rojas Tobar”, a la entrada de la construcción actual del Seminario. El último registro de calificaciones firmado en Elías corresponde a 7 alumnos y es del 19 de junio de 1909. Este edificio de estilo francés fue de tres pisos con las instalaciones necesarias para el buen desarrollo de los aspirantes al sacerdocio. A este mismo edificio fue traído el Seminario Menor en 1922. Este edificio perduró hasta 1954 cuando fue demolido, una vez que el nuevo y actual edificio estuvo listo para albergar a los estudiantes. En 1909, inicia la rectoría del Padre Víctor Félix Silva Borrero; el registro de los primeros exámenes trimestrales del año académico 1909-1910, aparece firmado en Garzón, el 10 de enero de 1910, con 6 alumnos. Una nota en ese libro de calificaciones precisa que es “el primero de estudios en Garzón, cuando se abrió el Seminario en su local propio”. Los alumnos que inauguraron este local del Seminario Mayor en Garzón fueron seis: Manuel Antonio Ortiz, Ignacio Antonio Trujillo, Horacio Valderrama, Juan Bautista Zúñiga, Daniel Castro y Julián Motta.

Primera etapa bajo la dirección de los Padres Vicentinos.

En 1920, la escasez de clero hacía más agudo el problema del profesorado del Seminario. Para dotar el seminario de profesores era menester desatender algunas parroquias. Los maestros estaban encargados de clases y al mismo tiempo de la cura de almas. Muchas veces fue menester apelar a los mismos alumnos, con los inconvenientes que pueden presentar estas medidas. Para remediar el problema, Mons. Esteban Rojas, hizo un contrato con los padres Lazaristas (hoy Vicentinos), a mediados de 1920, y les confió el Seminario Mayor. En octubre del mismo año llegaron los padres Martín Amaya, como primer rector vicentino, Luis Duriez y Nicasio Buitrago. Antes de retirarse de la Diócesis, en 1922, el Señor Rojas, trasladó el Seminario Menor de Elías a Garzón para dejarlo también bajo el cuidado de los Padres Vicentinos. El 6 de marzo de 1923, Mons. Rojas partió de Altamira para Belén de los Andaquíes, donde se entregó a la evangelización y al servicio de los habitantes de esta región del Caquetá. Quedó como Vicario Capitular a Mons. Luis Calixto Leiva Charry, más tarde primer Obispo de Barranquilla. Según testimonio del Padre Jenaro Díaz Jordán, tampoco los padres Vicentinos tenían en el momento el personal suficiente para responder ellos solos a la tarea de la formación del clero y fue menester que les ayudasen profesores del clero secular y laicos; esto y algunas diferencias entre el Padre Visitador de la comunidad, José Pron y la curia, en cabeza del Vicario Capitular, siendo la Diócesis sede vacante, y cumplido el contrato, en el año 1924, los Padres Vicentinos se retiraron, dejando gratos recuerdos tanto entre quienes fueron sus alumnos como en la sociedad de Garzón.

Se traslada el Seminario Menor a Loma Chata y se suprime temporalmente el Seminario Mayor en Garzón.

En diciembre de 1924, posesionado como Obispo de la Diócesis, Monseñor José Ignacio López Umaña, para afrontar el problema de la dirección del Seminario, nombró como Rector al mismo Monseñor Luis Calixto Leiva Charry, y volvió así el clero diocesano a la dirección del Seminario. Fue Mons. Leiva, quien elaboró para el año 1925 el plan de estudios del Seminario Mayor y Menor. El Seminario mayor tenía apenas 15 alumnos. Al año siguiente, por asumir Mons. Leiva mayor trabajo en la Curia, Mons. López nombró como Rector al Padre Daniel Soto. La escasez del Clero y la dificultad para tener profesorado obligó al prelado a enviar a los seminaristas del Mayor al Seminario de Bogotá, en 1927. Esta primera vez fueron cinco seminaristas, cuatro a terminar filosofía y uno a empezar teología. En Garzón quedaron solamente 6 teólogos. De estos se ordenaron el 14 de agosto de 1927, Justino José Mañosca Liévano y Antonio María Trujillo Silva; el 22 de abril de 1928, fueron ordenados Manuel Agustín Losada, Camilo Trujillo, Ernesto Cleves y Fernando Monje. Y quedó suprimido en Garzón el Seminario Mayor. Los alumnos del Mayor siguieron siendo enviados unos a Bogotá, otros más tarde a Tunja y Popayán. El Padre Daniel Soto fue Rector hasta 1931, año en que le sucede el Padre Alonso Buendía. En este tiempo, se adquiere el predio llamado “Loma Chata” y se construyó allí una casa con capacidad suficiente para albergar los dos seminarios, a donde se trasladó el Seminario Menor en julio de 1937, todavía bajo la dirección del Padre Alonso Buendía, quien fue Rector hasta 1941, cuando es nombrado el Padre Justino José Mañosca Liévano. Al año siguiente, 1942, vuelve el Padre Alonso Buendía a la Rectoría, pues el Padre Mañosca es nombrado Rector del Colegio San Luis Gonzaga de Elías. En 1939, se organiza la Semana Pro-Seminario, según informa la revista Eco del Vaticano de octubre de aquel año, con una carta Circular en la que se explica qué es el Seminario y la necesidad de apoyarlo. En 1940, el Padre Buendía con aprobación del Señor Obispo, elabora un Prospecto del Seminario, donde explica el objeto del Seminario, las condiciones de admisión, ajuar, visitas, varios y auxilios. En este año acompañan al Padre Buendía, en Loma Chata, los padres Justino José Mañosca y Jorge Eduardo Vargas Mesa. El edificio de Garzón estrenado en 1909, es arrendado para el Colegio “Sucre”, del afamado educador Dr. Wenceslao Huergo. En marzo de 1942 Mons. López Umaña fue trasladado a Cartagena.

Regreso de los Padres Vicentinos y construcción del edificio actual.

El 25 de agosto de 1942, inició la administración de Monseñor Gerardo Martínez Madrigal. El problema de la escasez de sacerdotes seguía siendo uno de los más agudos que por entonces enfrentaba esta Diócesis. El prelado que no podía remediar este problema mientras sus seminaristas anduvieran trashumantes, al poco tiempo de llegar decidió congregar de nuevo a los seminaristas del Mayor que cursaban estudios en los seminarios de Popayán y Tunja para reorganizar el Seminario Mayor de Garzón. Con estos antecedentes y con el deseo de tener una comunidad dedicada a la formación del clero, resolvió confiar de nuevo la dirección de sus seminaristas a los sacerdotes de la Congregación de la Misión (Padres Vicentinos) que ya habían dirigido este plantel de 1920 a 1924. Y fue así como el Señor Obispo se dirigió al Padre Visitador de la Congregación de la Misión (Padres Vicentinos), Padre Martiniano Trujillo, en solicitud de personal para esta obra. Atendiendo a la solicitud del Excelentísimo Señor Obispo, fueron enviados el 24 de febrero de 1943, los Reverendos Padres Guillermo Kerremans, como Rector, y el Padre Pedro José Giraldo, como inmediato colaborador. Por entonces se hicieron cargo del Seminario Mayor, que funcionó en la casa que luego fue el primer convento de las Clarisas, hoy casa de Obras Sociales, junto al Palacio Episcopal. El número de alumnos era tan solo de ocho, todos teólogos: Carlos Manrique (Boyacense), Ananías Cadena, Tarsicio Camero, Jesús Munar, Marcos Ramírez, Pablo Ramírez, José María Solano e Ismael Wanumen (Boyacense). Los ejercicios de piedad se hacían en la capilla de la casa episcopal y todos participaban de la mesa del prelado.

Mons. Martínez consideraba el Seminario como la obra primordial de la Diócesis. El edificio que existía en Garzón ni tenía la capacidad para albergar ambos seminarios, ni gozaba de las condiciones higiénicas y demás requisitos ya indispensables en cualquier establecimiento de educación, y con mayor razón en el Seminario, destinado a la formación de los sacerdotes. Por eso emprendió sin pérdida de tiempo, en mayo de 1943, la realización de una obra gigantesca, que estuviera a la altura y sublimidad de su destino, que hiciera honor a la ciudad episcopal y diera las garantías del caso para la formación de los futuros sacerdotes. El 24 de marzo el Señor Obispo dirige la primera de una larga serie de cartas circulares sobre la obra del Seminario, a la que califica como “la obra máxima de la Diócesis”. Después ordenó la construcción de planos y la preparación de materiales de construcción; cuando hubo cantidad suficiente se dio principio a los trabajos de construcción del Seminario actual, con planos del Doctor Jesús Antonio Molina Vega. Fueron muchas las personas que trabajaron en la construcción de esta obra monumental en la que el Señor Obispo puso todos sus esfuerzos, alma y corazón, luchando contra todos los obstáculos y edificando prácticamente de la nada, pues los recursos eran sobremanera escasos y sólo contaba con la generosidad y entusiasmo de la feligresía diocesana. Para atender a los gastos de construcción de la obra, el Excelentísimo Señor Obispo, pidió a los párrocos una limosna anual como aporte de cada parroquia; así cada año, se tenía en las parroquias un bazar, cuyo producto se remitía a la Curia Diocesana para la obra del Seminario. Año tras año fue creciendo de manera increíble la construcción amplia y sólida que hoy tenemos; tenía una parte destinada al Seminario Menor y otra al Mayor.

En el año lectivo 1943-1944 los padres vicentinos se hicieron cargo de ambos seminarios, Mayor y Menor. El cuerpo de formadores se aumentó. Vinieron el Padre Filemón Bayona, como prefecto de disciplina, el recién ordenado Padre Julián Villegas y el subdiácono Antonio María Hernández. Además del profesorado que ya venía ejerciendo desde Loma Chata, los señores Napoleón Lamilla y Leonardo Cleves, añadiendo a estos el joven José Tierradentro. En enero de 1944 llegó el Padre Carlos Alvarez, como Procurador y profesor del Mayor, y se retiraron los dos antiguos profesores laicos.

En las vacaciones del año 1944, entre julio y octubre, se dio inicio a la construcción del monumento a la Santísima Virgen Nuestra Señora de las Misericordias, que está a la entrada del edificio, costeado íntegramente por el Señor Obispo. En la Fiesta de Cristo Rey, el 24 de octubre de 1944, se realizó la bendición e inauguración de este pedestal; precedida de la solemnidad de Cuarenta Horas y procesión desde la Catedral hasta Nazaret, celebró en los patios del Seminario, Misa campal y bendijo la bellísimo imagen de la Virgen. Luego se inició un gran bazar, en el que se recolectó la suma de $ 4.000, una buena cantidad de dinero en aquel entonces, que colocó a Garzón a la cabeza de las demás parroquias en colaboración; desde entonces ha existido la costumbre de hacer dentro del Seminario este bazar. En ese año el Padre Bayona restableció la Congregación Mariana. En el mes de diciembre del año 1944 fue ordenado sacerdote el P. Carlos Manrique, ese día inauguraron los seminaristas la piscina, obra como ninguna por otra por acá en el Huila, con un costo de $ 10.000.

El inicio del año lectivo 1945-1946 para el Seminario Mayor se atrasó hasta el 8 de octubre, debido a los trabajos que se adelantaban para sus habitaciones. Al poco tiempo los mayoristas se trasladaron a las piezas que se habían acondicionado en el nuevo edificio. En ese año entró entre los nuevos profesores el Padre Enrique Vallejo, prefecto de disciplina, quien dio mucho auge a los deportes, entusiasmó a los seminaristas y así arreglaron las canchas de baloncesto que sirven hasta hoy. El 4 de marzo de 1946 murió Don Alcides Mejía, el más grande benefactor de nuestra Diócesis y del Seminario, quien en su testamento dejó la mayor parte de sus bienes, por valor de unos $ 200.000 para el sostenimiento del Seminario. Sus restos permanecieron en el cementerio de Garzón hasta el 31 de mayo de 1990, cuando por iniciativa del Excmo. Mons. Libardo Ramírez, fueron trasladados y colocados en la capilla mayor, junto al pedestal de La Inmaculada, Patrona del Seminario.

En 1947 el Padre Vallejo se propuso construir un campo de fútbol en Santa Lucía. Se hacía necesario un banqueo de consideración y para ellos los seminaristas gastaban mañanas y tardes enteras en esta tarea. La inauguración de este “Campín” tuvo lugar en el mes de mayo con los correspondientes encuentros y asistencia de mucho público. Se organizaron este año muy lucidas revistas de gimnasia dirigidas por el teniente Hernando Borrero. El año terminó con los exámenes y el acostumbrado bazar.

En 1950, se había adelantado bastante la obra del Seminario, pero hubo que suspender trabajos por casi un año por falta de recursos. El 2 de septiembre inició el año lectivo 1950-1951, con el Padre Carlos Grimaldos como Rector. En noviembre de 1951, gracias a la insistencia del Señor Obispo se habían organizado los Comités Pro-Vocaciones en diez parroquias, que enviaron sus informes. Igualmente llegó la colecta de 20 parroquias, lo cual permitió recomenzar los trabajos de construcción, esta vez en el primer piso del sector de los comedores y la cocina. En 1952, el Señor Obispo para estimular la causa vocacional organiza algunas ordenaciones sacerdotales fuera de Garzón. En este año desaparece el 5° de primaria en el Seminario Menor y en 1953 se suprime el Año Preparatorio que existía en Garzón.

El 1 de septiembre de 1954 se abrió el nuevo año lectivo, con la dirección nuevamente del Padre Guillermo Kerremans. En ese año en Garzón se suprimió el primero de bachillerato que se abrió en Elías. El 26 de mayo de 1956, en la Catedral, fue ordenado sacerdote Libardo Ramírez Gómez, nuestro futuro Pastor Diocesano. El 18 de septiembre murió el Padre Daniel Soto, quien había sido en sus últimos veinte años Vicario General de la Diócesis, y antes, Rector del Seminario y maestro por excelencia. El 28 de abril de 1957, el Seminario vivió la fiesta de la Consagración Episcopal del Excmo. Mons. Jacinto Vásquez Ochoa, Vicario General de la Diócesis, antes, Director Espiritual del Seminario. En agosto de ese año llegó como Rector el Padre Alfonso María Tamayo, quien tuvo la iniciativa de organizar en octubre la fiesta de la Madre del sacerdote y del Seminarista.

En marzo de 1958, el Señor Obispo, dirigió la Carta Circular No. 115, en la que informa que el edificio en Garzón está prácticamente terminado, pero todavía habrá que construir la capilla y decorar la casa, que está en obra negra en su mayor parte. En octubre de 1960, el Excmo. Señor Martínez Madrigal, en la carta circular No. 131, recuerda a los sacerdotes la necesidad de que cada parroquia celebre anualmente una semana pro seminario. Insiste el Señor Obispo en que “ninguna otra obra urge tanto en la Diócesis como la de las vocaciones”. En 1961 comienza en el Seminario Mayor el cambio de calendario escolar, que venía de agosto a junio, pasa de febrero a noviembre. A mediados del año 1962, el Padre Eduardo Arboleda Valencia, Rector del Seminario, es elegido como Visitador de los Padres Vicentinos en Colombia. En su reemplazo vino el Padre Samuel Silverio Buitrago, más tarde Arzobispo de Popayán. El 11 de octubre de ese año fue la inauguración del Concilio Vaticano II, todo un acontecimiento en la vida del Seminario; además de una vigilia de oración se previó seguir paso a paso el desarrollo de las sesiones. La noche del 3 de junio de 1963, los alumnos se despertaron asombrados por las cien campanadas del templo de Nazaret, que anunciaban la muerte del para Juan XXIII. En ese año la noticia que más afectó la vida del Seminario, fue la renuncia y la partida de Mons. Martínez Madrigal. En 1965 vino el Padre Vicente Olmos, quien inició a los alumnos en los cambios de la música sagrada, según el espíritu de la nueva Constitución sobre la Sagrada Liturgia. En 1966 llega como Rector el Padre Abel Nieto. En ese año otro acontecimiento que marcó la vida del Seminario fue la designación como Obispo auxiliar de Cartagena, el Vicario General de la Diócesis, Padre Félix María Torres Parra, quien hizo parte de sus estudios en nuestro Seminario. En 1966 es nombrado Rector el Padre Abel Nieto. En 1967 se aumentó en el Seminario Menor el grado 6° de bachillerato, con cuatro alumnos de los cuales sólo uno se ordenó. En 1969 se trasladó el 2° de bachillerato al Pre-Seminario de Elías.

La construcción de la Capilla Central y la regionalización del Seminario.

Entre 1966 – 1968, se construyó la capilla central, por iniciativa del Excmo. Mons. José de Jesús Pimiento Rodríguez, con la colaboración del entonces Ecónomo Diocesano, Padre Libardo Ramírez Gómez, con planos del arquitecto húngaro Dr. Nicolás de Nassay. En 1970 al acentuarse la “crisis vocacional”, comenzó la integración entre los Seminarios Mayores de Ibagué y Garzón, prácticamente se regionalizan los Seminarios. En Ibagué se harían los estudios teológicos y en Garzón los filosóficos. En ese año 1970, se matricularon 10 en filosofía y 95 en el Menor. Los teólogos de Garzón pasan inmediatamente a Ibagué, y en 1973 los filósofos de Ibagué vienen a Garzón. Esta situación se prolongó hasta 1991. En 1972, dos acontecimientos marcaron la historia del Seminario diocesano: el nombramiento de Mons. Libardo Ramírez Gómez como Obispo de Armenia y la creación de la Diócesis de Neiva.

En 1976, por la suspensión del Seminario Mayor de Ibagué los que terminaron filosofía en Garzón pasaron a los Seminarios Mayores de Bogotá y Manizales. En ese mismo año pasa a Elías el 3° año de bachillerato y al año siguiente pasa también el 4° año. Queda el Seminario Menor con 5° y 6° de bachillerato. En 1977 se agregaron los filósofos de Popayán. En 1978 el filosofado está integrado por seminaristas de las Diócesis de Ibagué, Espinal, Neiva, Garzón, Florencia, Popayán y Tierradentro. Los que terminaron filosofía pasaron a Ibagué, donde se abre el teologado.

La década de los ochenta se presenta una mayor estabilidad y aumento en el número de vocaciones, fue determinante el empeño y el trabajo a fondo de la Pastoral Vocacional, bajo la guía del Excmo. Mons. Ramón Mantilla Duarte. En 1980 había 60 alumnos en Filosofía. En 1981 llegó como Rector el Padre Azarías Pastrana Camacho, quien se preocupó mucho por de la buena presentación de la casa, sobre todo de sus parques y jardines.

Uno de sus alumnos desde la primaria es el nuevo Pastor de la Diócesis.

El 6 de diciembre de 1986, se posesiona como nuevo Obispo de Garzón, el Excmo. Mons. Libardo Ramírez Gómez. El Seminario unido a toda la Diócesis lo recibe con grande gozo, pues uno de sus alumnos desde la primaria, ahora regresa como nuevo Pastor de la Diócesis. Ese día los jardines del Seminario acogieron a todos los invitados al banquete fraterno.

Todo el ciclo de formación en Garzón.

En 1990 el Señor Obispo empieza a hacer realidad el deseo de tener de nuevo todo el ciclo formativo en el Seminario de Garzón. El primer año de filosofía se convirtió en Curso Introductorio a la Formación Sacerdotal, bajo la dirección del Padre Fernando Escobar Botero. Viene como Director Espiritual del Mayor el Padre Marlio Nasayó Liévano, c.m. y entre los profesores externos el sacerdote diocesano William Escobar Garzón.

En 1991, los alumnos en el Mayor son 80 y en el Menor 33. En este año se abrió de nuevo la Teología con 10 seminaristas de Neiva y Garzón. Más adelante también llegaron los de la Diócesis de Florencia y el Vicariato de Tierradentro. En este año se vinculó más el clero diocesano dictando algunas asignaturas: los padres Guillermo Morales, Oscar Lozano, Luis Calos Sánchez, Miguel Ángel Trujillo y Rufino Bermeo. Los alumnos con quienes comenzó esta nueva etapa fueron: Alirio Beltrán, Ricardo Crespo, Salomón Espinoza, Aníbal Olaya y Mauricio Pérez, de la Diócesis de Neiva; Juan Ramón Núñez, Rodrigo Poveda, José Ricardo Ramírez, Oliverto Tintinago y Luis Alberto Zambrano, de la Diócesis de Garzón.

En 1993 inició la segunda rectoría el Padre Arturo Galvis Nieto, c.m. El 27 de marzo de ese año la Diócesis de Garzón, celebró agradecida los 50 años de la segunda llegada de los Misioneros Vicentinos al Seminario. Las fiestas estuvieron encabezadas por el Señor Obispo de la Diócesis de Garzón, Excmo. Mons. Libardo Ramírez Gómez y el Señor Obispo de la Diócesis de Neiva, Excmo. Mons. Hernando Rojas Ramírez. Se contó con la presencia del Señor Nuncio Apostólico Excmo. Mons. Paolo Romeo, quien presidió la Eucaristía. No faltaron los misioneros vicentinos venidos de varias casas y exalumnos sacerdotes del Huila y del Tolima. Se descubrió una placa conmemorativa a la entrada del Seminario y se publicó un decreto reconociendo y exaltando la labor de la comunidad vicentina en nuestro seminario.

En 1994 entra al equipo de formadores el Presbítero Jorge Alberto Puentes Losada, de la Diócesis de Neiva, y se agregan como profesores los sacerdotes diocesanos, Carlos Arturo Rojas Castillo y Efraín Polanco Sánchez. El sacerdote diocesano Eudes de Jesús Mazo Peláez asume la dirección del Curso Introductorio. Los estudiantes son 94 en el Mayor y 36 en el Menor. El 19 de noviembre en el templo de Nuestra Señora del Rosario de Garzón, recibieron la ordenación sacerdotal los diáconos Juan Ramón Núñez Palacios y José Ricardo Ramírez Meñaca, del primer grupo que había iniciado teología en esta etapa del Seminario.

En 1995 el equipo formador se fortaleció con la presencia del Padre diocesano Guillermo Morales Ramírez, quien asumió la dirección del Seminario Menor, con la ayuda del seminarista en experiencia pastoral Víctor Manuel Yagüé Gaviria. En este año empiezan a colaborar como profesores los sacerdotes diocesanos William Escobar Garzón y Emiro Barrera Rojas. Los estudiantes eran 96 en el Mayor y 43 en el Menor.

En 1996 colaboran como profesores, el Padre Gianfranco Todisco, misionero ardorino y el sacerdote diocesano Aminadar Peña Neuta. En 1997 los seminaristas del Mayor eran 112 y 41 en el Menor. Luego de dos años sin ordenaciones, este año el Señor bendijo a la Diócesis con cinco nuevos presbíteros: José Rafael Caro Varela, ordenado en Palestina el 1° de mayo, Juan de Dios Pérez Medina, ordenado en Garzón el 19 de marzo, Luis Eduardo Clavijo Vega, ordenado en Elías el 21 de junio, Erminso Valderrama Cumbe, ordenado en Tesalia el 6 de diciembre y Saúl Trujillo Valencia, ordenado en Oporapa el 13 de diciembre. Todos ellos hicieron el curriculum sacerdotal en este Seminario.

En 1998 llegaron nuevos formadores. El nuevo rector es el Padre Luis Alfonso Sterling Motta, c.m. El Padre Guillermo Morales deja el Seminario Menor y lo asume el Padre Wilson Acosta Niño, c.m.. El grupo de formadores se ve enriquecido con la presencia de tiempo completo de dos nuevos sacerdotes diocesanos de Garzón: el Padre Fernando Floriano Carrera, recién llegado de Roma, quien asume las clases de Sagrada Escritura, y el Padre Erminso Valderrama Cumbe, quien da sus primicias sacerdotales asumiendo la dirección del Curso Introductorio. De la Diócesis de Neiva llega para colaborar como profesor del Seminario el Padre Ricardo Crespo Guzmán, quien reside en Nazaret. En el mayor serán 118 seminaristas y en el menor 33. Cinco jóvenes recibieron la ordenación sacerdotal: Melquisedec Jossa Guaca, el 8 de abril; Juan Carlos Almario Cabrera, Julio César Calderón Claros, José Hilario Imbachí Cabrera y Héctor Valencia López, el 5 de diciembre.

En 1999 el número de seminaristas del Mayor se incrementó a 121 y el menor se redujo a 27. Ante esta situación del Seminario Menor y pensando en el futuro, se comenzó a gestar la idea del Seminario Ambiental y la posibilidad de suprimir el Menor, propuesta hecha por algunos sacerdotes. Monseñor Libardo Ramírez Gómez, en compañía del Padre Guillermo Morales, Erminso Valderrama y Héctor Valencia, se trasladó hasta la Diócesis de Caldas en Antioquia, donde su Obispo, Excmo. Mons. Germán García Isaza, les presentó la experiencia del Seminario Ambiental de su Diócesis. A finales de este año el Señor Obispo decidió trasladar el Seminario Menor, al Colegio San Luis Gonzaga de Elías y de esta manera dedicar todo el plantel del Menor para el Curso Introductorio, que se esperaba siguiera en aumento. Se ordenaron sacerdotes Baldomero Molina Núñez y Segundo Eberto Pertuz Ternera, el 29 de mayo en Tarqui; Jairo Cantillo Gaviria, el 4 de diciembre en San José de Isnos.

En el año 2000 el Seminario se configuró como Seminario Mayor, con 133 seminaristas: 48 teólogos, 40 filósofos y 45 en el Curso Introductorio. El 2 de febrero en la capilla de filosofía el Señor Obispo bendijo las nuevas iniciativas: el Curso Introductorio pasa a ocupar el espacio del Seminario Menor, el Seminario Menor es trasladado a Elías bajo la dirección del Padre Fernando Floriano Carrera, nuevo Rector del Colegio San Luis Gonzaga y se da inicio al Seminario Ambiental “Pedro María Ramírez”, con la orientación del Padre Erminso Valderrama, delegado para la Pastoral Vocacional y la coordinación del Diácono René Lizcano Parra.

En el año 2002 se integra al grupo de formadores el José María Córdoba de la Diócesis de Florencia. Los seminaristas son en total 137: 47 teólogos, 52 filósofos y 38 en el Curso Introductorio. Se empieza a ver la urgencia de dar identidad propia al Curso Introductorio, como Curso Propedéutico, con un plan de formación y lugar propio.

En el año 2003 llega como nuevo rector el Padre Néstor Hernando Gómez Peralta, c.m y el sacerdote diocesano José Hilario Imbachí, asume la dirección del Curso Introductorio. Se organiza un nuevo pensum para el Curso Introductorio. Al finalizar el año los seminaristas eran 104: 38 teólogos, 50 filósofos y 16 en el Curso Introductorio. El 10 de abril se hizo una sentida despedida al al Excmo. Mons. Libardo Ramírez Gómez, que sale para la presidencia del Tribunal Eclesiástico Nacional, dejando un invaluable legado espiritual y vocacional en nuestro Seminario. Es nombrado Administrador Diocesano Mons. Agustín Sierra Losada, quien se desempeñaba como Vicario General de la Diócesis. El 22 y 23 de agosto el Seminario fue sede del Congreso Diocesano de Pastoral Vocacional, encaminado a fortalecer los nacientes Equipos Parroquiales de Pastoral Vocacional. En octubre se instaló la planta telefónica del Seminario, comprada a la Pastoral Social Nacional y el servicio de Internet en el Seminario.

La nueva administración de los presbíteros diocesanos.

En el año 2004 los Seminaristas son 126: 52 teólogos, 42 filósofos y 32 en el Curso Introductorio. Este año llegaron también los seminaristas del Vicariato Apostólico de Tierradentro. Este año entró en uso la telefonía celular en el Seminario, con la adquisición de un plan empresarial, que incluye un teléfono celular al servicio de los estudiantes. El 6 de febrero se comenzaron los preparativos para el recibimiento del nuevo Pastor Diocesano. El viernes 20 de febrero, a las 4:00 de la tarde se hizo el recibimiento apoteósico del octavo Obispo de Garzón, Excmo. Monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez. Al día siguiente, 21 de febrero, tomó posesión canónica de la Diócesis, en Solemne Eucaristía celebrada en la Iglesia catedral. Después se ofreció en el Seminario un almuerzo para 600 invitados. El 24 de febrero el Señor Obispo hizo su primera visita oficial al Seminario. El Padre Ricardo Luna Piñeros, c.m. le dirigió unas palabras de bienvenida y se hizo la presentación de la galería de Obispos que está en la recepción del Seminario donde ya estaba presente la fotografía del nuevo Pastor. Después el Padre Rector, Néstor Hernando Gómez Peralta, presentó el grupo de formadores, seminaristas y empleados de la casa. El 1 de abril en la Misa Crismal, se ordenaron presbíteros Fabián Andrés Alvis Herrera, Armando Bermeo Bermeo, Miguel Angel Bambagüé Ordóñez y José Lizardo Morales Rojas. El 17 de abril el Señor Obispo pidió al Padre Provincial de la Congregación de la Misión iniciar el proceso de entrega de la administración del Seminario a la Diócesis. Al terminar el primer semestre tres formadores vicentinos son reemplazados por sacerdotes diocesanos, como un paso en la entrega de la dirección del Seminario a la Diócesis. Llegan los sacerdotes William Fernando Flórez Tovar, José Helver Rojas y John Fredy Bravo Delgado. El 8 de junio asumió el economato el sacerdote diocesano José Hilario Imbachí Cabrera. Al iniciar el segundo semestre se hizo una revisión detallada del plan de formación del Seminario. El 5 de octubre el Señor Obispo preside el rito de admisión canónica de 14 estudiantes de teología de la Diócesis, volviendo a esta práctica que desde hacía varios años no se realizaba en el itinerario formativo de este Seminario. El martes 19 de octubre en una cena de los formadores con el Señor Obispo se siguen precisando los detalles de la entrega del Seminario. El jueves 21 de octubre se realizó en “Loma Chata” una reunión del Señor Obispo con todos los formadores, con el propósito de hacer una revisión general del estado actual del Seminario con base en el documento elaborado para la visita apostólica y el estudio presentado por las cinco vicarías foráneas. Al final el Señor Obispo habló de sus sueños e ideales para el Seminario Diocesano. El viernes 26 de noviembre se llevó a cabo una sentida acción de gracias a los Padres Vicentinos, que ese día hicieron entrega oficial de la administración del Seminario a la Diócesis de Garzón.

A finales del año 2004, fue nombrado el primer Rector diocesano en esta nueva administración del Seminario, el Presbítero Fernando Floriano Carrera. La tarea principal era hacer la transición de la dirección de la Congregación de la Misión a la del Clero Diocesano, siguiendo las directrices del Señor Obispo, recientemente llegado a la Diócesis. Para este empalme se gozó durante dos años más de la presencia de dos sacerdotes vicentinos, verdaderos maestros de formación sacerdotal: el P. Ricardo Luna Piñeros y Mario García Isaza. Hicieron parte de este primer grupo de formadores los presbíteros diocesanos, Guillermo Morales Ramírez, como Vicerrector, José Helver Rojas, William Fernando Flórez y René Lizcano, quien acaba de regresar de cursar estudios de especialización en filosofía en Roma. Como profesores externos los padres Oscar Lozano Rojas, William Escobar Garzón, José Hilario Imbachí Cabrera, el misionero ardorino Ermolao Portella y el profesor Pedro Núñez Palacios. Mientras tanto se fueron capacitando más sacerdotes diocesanos que han venido llegando a enriquecer esta noble tarea. Ante el aumento de las vocaciones y la necesidad de instituir un Curso Propedéutico, se cierra en Elías el Bachillerato y queda funcionando en esas instalaciones el primer curso del Seminario Mayor, bajo la dirección del Padre José Hilario Imbachí, con la colaboración del Padre John Fredy Bravo Delgado y un seminarista en año de experiencia. Al inicio del año 2005 se da una cordial bienvenida a los seminaristas de la Diócesis que adelantaban estudios en seminarios de Antioquia y ahora se vinculan al Seminario de Garzón. Se establece la reunión y la celebración eucarística presidida por el Señor Obispo en el Seminario, los martes a las 5:00 de la tarde. El 17 de marzo se celebra la Misa Crismal en la Iglesia Catedral, en la que se ordenan sacerdotes Manuel Santos Cano Roa, Leyber Cantillo Gaviria, José Heberth Herrera Viuchy, Jorge Enrique Quintero Muñoz, Oscar Javier Vargas Bonilla y Pedro Nel Macías Imbachí. Con la ayuda del Padre René Lizcano se empezó a reorganizar el Plan de estudios del Seminario, ajustándolo a las exigencias de la Conferencia Episcopal y la Sagrada Congregación del Clero. En el año 2005, se terminó de entregar los seminaristas de la Diócesis de Neiva que ya cuentan con su seminario completo y empezó la experiencia del Curso Propedéutico y el Ciclo filosófico la Diócesis de Florencia, quedando aquí los estudiantes de teología. En este período se llevó a cabo una reestructuración de personal administrativo y de servicios generales reduciéndolo de 14 a 5 personas, lo cual significó una respuesta a la crisis económica. Fue muy significativa la disponibilidad de los sacerdotes y seminaristas para subsidiar estos cargos. Con estos ahorros se empezó a hacer dotación y reparaciones en la casa. Muy significativa desde todo punto de vista fue la enfermedad, muerte y exequias del Padre Guillermo Morales Ramírez, vivida como un retiro pascual. La madrugada del 6 de junio del año 2007, partió para la casa paterna el gran formador y consagrado maestro de Teología de las nuevas generaciones sacerdotales. El 30 de noviembre se ordenaron presbíteros Diego Alejandro Rojas, Jesús María Claros y Guido Fernando Burbano.

En este año centenario, el Seminario está dirigido por un equipo de sacerdotes diocesanos, coordinado por el Padre Rector, Erminso Valderrama Cumbe, nombrado por el Señor Obispo según Decreto del 14 de diciembre de 2007. Hacen parte de este equipo: Mons. Gustavo Cadena Sendoya, Confesor General y Director espiritual del Curso Propedéutico; el Padre William Fernando Flórez Tovar, Vicerrector – Ecónomo; el Padre Javier Alexis Gil Henao, Director Espiritual del Mayor; el Padre Carlos Arturo Calderón Moncaleano, Director del Curso Propedéutico; el Padre Héctor Faiver Vargas Polanía, Director de Pastoral; y el Padre Alexander Neftalí Bolaños Burbano, Delegado para la Pastoral Vocacional. Este equipo de formadores internos está ayudado por un selecto grupo de 13 profesores externos y 7 empleados de servicios generales. Los sacerdotes diocesanos que colaboran como profesores son los padres: Oscar Lozano Rojas, Fernando Floriano, William Escobar Garzón, José Helver Rojas, Diego Alejandro Rojas, Miguel Alfredo Oñate y Luis Gabriel Alarcón. Los religiosos Ardorinos: Ermolao Portella y Julio César Chacón. La hermana Mariana Rosas, la profesora María Isnelda Vargas y los profesores Arneyo Saldarriaga Fenández, Pedro Núñez Palacios y Javier Rojas Calderón. Cuenta además con el cariño de la feligresía y el Clero, que oran y sostienen con generosidad esta obra diocesana.

Los seminaristas matriculados en este final del año 2009 son 86: 69 de la Diócesis de Garzón, 9 de la Diócesis de Florencia y 7 Misioneros Ardorinos. Los seminaristas del Curso Propedéutico son 15 (14 de la Diócesis de Garzón y 1 Misionero Ardorino). En el Ciclo Filosófico son 41 (36 de Garzón y 5 Misioneros Ardorinos). En Teología son 30 (20 de la Diócesis de Garzón, 9 de la Diócesis de Florencia y 1 Misionero Ardorino). También hoy agradecemos a Dios por esta abundante cosecha vocacional y le pedimos que nos siga bendiciendo para apoyar la misión universal de la Iglesia.
El Seminario se rige por un Plan de Formación Sacerdotal hecho y aplicado en comunión con las orientaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia y del Señor Obispo de la Diócesis de Garzón. Todo el proceso busca garantizar la formación integral del futuro sacerdote, tratando de armonizar las diversas dimensiones formativas, humana, comunitaria, espiritual, intelectual, pastoral y misionera, teniendo como eje central la dimensión espiritual, ya que se trata de formar el corazón del futuro sacerdote animado por la Caridad Pastoral, a partir de una profunda experiencia de Dios y de comunión eclesial.
El estilo pedagógico actual favorece la formación en la libertad y la responsabilidad personal, manteniendo un estilo de vida caracterizado por las buenas relaciones vividas en un clima de caridad, sinceridad, confianza recíproca, respeto, disciplina y compromiso personal. Siguiendo el espíritu de Aparecida y las exigencias del Plan Pastoral diocesano, el proceso formativo tiene como elemento clave la experiencia de discipulado, que favorece la escucha, el acompañamiento, la comunión y el seguimiento de Jesucristo, a través de comunidades de vida dentro del Seminario y la vivencia del Proceso de Nueva Evangelización con pequeñas comunidades, especialmente de algunas parroquias de Garzón. De esta forma los futuros pastores se forman con espíritu misionero, con la conciencia de prepararse para ser sacerdotes diocesanos al servicio de la misión de la Iglesia universal. También hoy el Seminario asumido corresponsablemente por la comunidad diocesana, en cabeza del Señor Obispo y sus presbíteros, quiere seguir siendo en realidad el corazón de la Diócesis de Garzón.

Curiosidades de la historia

En 1939, se organiza la Semana Pro-Seminario, según informa la revista Eco del Vaticano de octubre de aquel año, con una carta Circular en la que se explica qué es el Seminario y la necesidad de apoyarlo.

En 1940, el Padre Buendía con aprobación del Señor Obispo, elabora un Prospecto del Seminario, donde explica el objeto del Seminario, las condiciones de admisión, ajuar, visitas, varios y auxilios.

En 1943 tuvieron mucho auge los paseos semanales, que estaban a cargo del Padre Pedro José Giraldo, c.m., y en ellos ponía sus habilidades en el arte de la cacería y de la pesquería.
En julio de 1943 se elaboró el primer prospecto del Seminario, en esa nueva etapa bajo la dirección de los Padres Vicentinos. Entre otros estos detalles: edad mínima para empezar 11 años, máxima 16; la matrícula $ 10,oo; $ 1,oo para deportes y $ 18,oo la pensión.

Con la llegada del Padre Carlos Alvarez, c.m., en 1944, se aumentó la gimnasia y los paseos de los miércoles. Fue así como para la fiesta del Seminario se organizó una revista gimnástica, dirigida por el Padre Alvarez, y una velada lírico-dramática a cargo del Padre Bayona. El 11 de febrero de 1944, fue el primer paseo general a Loma Chata con los Padres Vicentinos, el Padre Bayona y el Señor Hernández, quien se dio gusto rodando por primera vez en la “chuapa”, que tanto añoraban los seminaristas que habían frecuentado esas aulas.
El 1 de enero de 1944 se determinó que en los paseos al Magdalena no se permitiera a los alumnos pasar el rio a nado, y que los profesores jamás se debían bañar con los estudiantes. Ese mismo día se prohíbe que los alumnos anden descalzos en el Seminario.
El 4 de junio de 1944 se prohíbe terminantemente a los alumnos el uso de las caucheras.
En las vacaciones del año 1944, entre julio y octubre, se dio inicio a la construcción del monumento a la Santísima Virgen Nuestra Señora de las Misericordias, que está a la entrada del edificio, costeado íntegramente por el Señor Obispo. En la Fiesta de Cristo Rey, el 24 de octubre de 1944, se realizó la bendición e inauguración de este pedestal; precedida de la solemnidad de Cuarenta Horas y procesión desde la Catedral hasta Nazaret, celebró en los patios del Seminario, Misa campal y bendijo la bellísimo imagen de la Virgen. Luego se inició un gran bazar, en el que se recolectó la suma de $ 4.000, una buena cantidad de dinero en aquel entonces, que colocó a Garzón a la cabeza de las demás parroquias en colaboración; desde entonces ha existido la costumbre de hacer dentro del Seminario este bazar.

En el mes de diciembre del año 1944 fue ordenado sacerdote el P. Carlos Manrique, ese día inauguraron los seminaristas la piscina, obra como ninguna por otra por acá en el Huila, con un costo de $ 10.000.

El inicio del año lectivo 1945-1946 para el Seminario Mayor se atrasó hasta el 8 de octubre, debido a los trabajos que se adelantaban para sus habitaciones. Al poco tiempo los mayoristas se trasladaron a las piezas que se habían acondicionado en el nuevo edificio. En ese año entró entre los nuevos profesores el Padre Enrique Vallejo, prefecto de disciplina, quien dio mucho auge a los deportes, entusiasmó a los seminaristas y así arreglaron las canchas de baloncesto que sirven hasta hoy.

El 4 de marzo de 1946 murió Don Alcides Mejía, el más grande benefactor de la Diócesis y del Seminario, quien en su testamento dejó la mayor parte de sus bienes, por valor de unos $ 200.000 para el sostenimiento del Seminario. Sus restos permanecieron en el cementerio de Garzón hasta el 31 de mayo de 1990, cuando por iniciativa del Excmo. Mons. Libardo Ramírez, fueron trasladados y colocados en la capilla mayor, junto al pedestal de La Inmaculada, Patrona del Seminario.

En 1947 el Padre Vallejo se propuso construir un campo de fútbol. Se hacía necesario un banqueo de consideración y para ellos los seminaristas gastaban mañanas y tardes enteras en esta tarea. La inauguración de este “Campín” tuvo lugar en el mes de mayo con los correspondientes encuentros y asistencia de mucho público. Se organizaron este año muy lucidas revistas de gimnasia dirigidas por el teniente Hernando Borrero.

En 1950, se había adelantado bastante la obra del Seminario, pero hubo que suspender trabajos por casi un año por falta de recursos, hasta noviembre de 1951 cuando llegó la colecta de 20 parroquias, lo cual permitió recomenzar los trabajos de construcción, esta vez en el primer piso del sector de los comedores y la cocina.
En mayo de 1952 una epidemia de gripa visitó el seminario. A causa de esta gripa, el 15 de mayo el consejo discutió acerca de la conveniencia del baño de los alumnos, quedando la recomendación de tomarlo diariamente, pero corto.
26 de mayo de 1956, en la Catedral, fue ordenado sacerdote Libardo Ramírez Gómez, quien había sido alumno desde la primaria y sería en el futuro nuestro Pastor Diocesano.
El 18 de septiembre murió el Padre Daniel Soto, quien había sido en sus últimos veinte años Vicario General de la Diócesis, y antes, Rector del Seminario y maestro por excelencia.
El 28 de abril de 1957, el Seminario vivió la fiesta de la Consagración Episcopal del Excmo. Mons. Jacinto Vásquez Ochoa, Vicario General de la Diócesis, antes, Director Espiritual del Seminario.
En agosto de 1957 llegó como Rector el Padre Alfonso María Tamayo, quien tuvo la iniciativa de organizar en octubre la fiesta de la Madre del sacerdote y del Seminarista.
En marzo de 1958, el Señor Obispo, Mons. Martínez Madrigal, dirigió la Carta Circular No. 115, en la que informa que el edificio en Garzón está prácticamente terminado, pero todavía habrá que construir la capilla y decorar la casa, que está en obra negra en su mayor parte.
Los días 23 y 24 de abril de 1959, se llevaron a cabo las celebraciones conmemorativas del Primer Centenario de nacimiento de Mons. Esteban Rojas Tobar. El 23 en horas de la noche se hizo una velada en el Seminario y el 24, después de la Misa Pontifical se ofreció un banquete en el Seminario con palabras congratulatorias del Padre Rómulo Trujillo. Después de un desfile solemne y apoteósico que partió desde el parque de Bolívar hasta el Seminario, se erigió en el parque al frente del Seminario una estatua de bronce al Primer Obispo de la Diócesis y Fundador del Seminario, hecha en Medellín, por iniciativa del Excmo. Señor Obispo Martínez Madrigal, que en el año 2005, con motivo del centenario del Departamento del Huila, fue traslada al atrio de la Iglesia Catedral.
En octubre de 1960, el Excmo. Señor Martínez Madrigal, en la carta circular No. 131, recuerda a los sacerdotes la necesidad de que cada parroquia celebre anualmente una semana pro seminario. Insiste el Señor Obispo en que “ninguna otra obra urge tanto en la Diócesis como la de las vocaciones”.
El 11 de octubre de 1962 fue la inauguración del Concilio Vaticano II, todo un acontecimiento en la vida del Seminario; además de una vigilia de oración se previó seguir paso a paso el desarrollo de las sesiones.
La noche del 3 de junio de 1963, los alumnos se despertaron asombrados por las cien campanadas del templo de Nazaret, que anunciaban la muerte del para Juan XXIII.
En 1965 vino el Padre Vicente Olmos, quien inició a los alumnos en los cambios de la música sagrada, según el espíritu de la nueva Constitución sobre la Sagrada Liturgia.
En 1966 otro acontecimiento que marcó la vida del Seminario fue la designación como Obispo auxiliar de Cartagena, el Vicario General de la Diócesis, Padre Félix María Torres Parra, quien hizo parte de sus estudios en nuestro Seminario.

En 1970 entre los nuevos formadores del Seminario llegó el Padre Jesús Cuadros, C.M., de quien se cuenta una experiencia dramática: una noche, luego de larga conversación con uno de los alumnos del Mayor, el Padre Cuadros iba hacia su habitación y al girar en el corredor del segundo, piso, frente a lo que hoy es la biblioteca, volteó antes del final y cayó en el vacío, sobre el prado. El perro guardián de la casa escuchó el golpe, lo descubrió, husmeó y partió veloz hacia la Rectoría; allí, con aullidos y arañando la puerta, despertó al Padre Rector, Eduardo Arboleda, quien comprendió que algo pasaba. Guiado por el perro encontró el Padre Arboleda al Padre Cuadros tendido y con un pulmón reventado; lo condujo a urgencias del Hospital de Garzón y, en seguida a Neiva, donde por fortuna pudieron salvarle la vida.
En octubre de 2003 se instaló el servicio de Internet en el Seminario.
En el año 2004 entró en uso la telefonía celular en el Seminario, con la adquisición de un plan empresarial, que incluye un teléfono celular al servicio de los estudiantes.
En el año 2005 se establece la reunión y la celebración eucarística presidida por el Señor Obispo en el Seminario, los martes a las 5:00 de la tarde.
Del 1 al 6 de julio de 2009, el Seminario fue sede del VI Encuentro Nacional Misionero de Seminaristas Mayores, organizado por las OMP de Colombia.
Anécdotas y travesuras…
En la historia centenaria de nuestro Seminario, rondan también los recuerdos cargados de anécdotas y travesuras. Así nos cuenta por ejemplo, el Ilustrísimo Mons. Gustavo Cadena Sendoya:
“Los seminaristas se turnaban para ir a la capilla de la Casa Episcopal a servir como acólitos en la Santa Misa, presidida por Mons. Gerardo Martínez Madrigal, a las 5:30 de la mañana. El Señor Obispo Martínez Madrigal, acostumbraba alistar todo para la misa, uno iba confiado en que no faltaba nada, y con una actitud de mucho respeto y cierto temor. Ese día inició la Santa Misa normalmente y cuando llegó el momento de pasar las vinajeras vimos que la del vino estaba vacía. Yo no sabía dónde estaba el vino, entré rápidamente a la sacristía y vi una botella oscura y yo le eché de eso… Cuando regresé al altar, el Señor Obispo cogió la vinajera para poner el vino en el cáliz, con la sorpresa que lo que derramó en el cáliz fue aceite de higuerilla de ponerle a la lámpara del Santísimo. Luego me indicó dónde estaba el vino y todo se solucionó. No me regañó, como cosa extraña, porque el regañaba a los seminaristas cuando no ayudaban bien en la liturgia”.
“El compañero de Seminario, Camilo Torres, hasta hace poco profesor del Seminario Mayor San Esteban de Rivera, que ya estaba grande, mucho más grande que yo, que todavía era mediano… de trece años, no había aprendido a nadar, como cosa rara, pues a nosotros desde los 11 años nos enseñaban a nadar los mayores… Un día mientras todos se bañaban en la piscina, él estaba parado mirando a los que estaban en la parte honda de la piscina. Se me ocurrió empujarlo y no caí en cuenta que no sabía nadar… y él fue a parar a la parte más honda de la piscina, y se quedó parado en el fondo de la piscina con la cara hacia el muro. No dije a nadie sino que me tiré y fui por detrás, lo levanté de los brazos y lo saqué. Salió llorando. Todos los demás concurrieron a ver qué había pasado y se admiraron de que yo me hubiera lanzado a sacarlo, siendo más pequeño que él”.
“Otra travesura sucedió en el dormitorio del Menor. Se usaba el vaso de noche para orinar. Entonces había uno que apagaban la luz del dormitorio y al ratico molestaba con esa “vaso de noche”… orinando hacía mucho ruido. Una noche dos compañeros salieron y compraron anilina roja y se la echaron en el “vaso de noche”. En el momento en que la usó los orines rebosaron con color de sangre. Todos estaban pendientes… y entonces las risas. Enseguida el padre Sotico acudió y prendió luces, todos mirábamos el colchón mojado de rojo y el pobre muchacho asustado. Era una travesura para reclamarle por qué no iba al baño antes de acostarse… ¡y santo remedio!”.
“Nadie se salía de la piscina solo, tenían que salir juntos. Usábamos una bata y estábamos listos en la puerta para salir. Estaba el seminarista Tarquino Sierra Losada, con su bata, esperando junto a la puerta. A alguno se le ocurrió amarrar el condón de la bata de Tarquino al cordón de la bata de otro. Cuando abrían la puerta, todos salían corriendo… y así sucedió también ese día… Por supuesto Tarquino terminó arrancándole el cinturón al otro y todos nos reíamos de verle la cauda”.
RECTORES DEL
SEMINARIO MAYOR MARIA INMACULADA DE GARZÓN

Pbro. RODULFO PÉREZ CASTILLO
Rector 1895-1898

Nació en La Plata el 14.08.1862. Realizó sus estudios filosóficos y teológicos en el Seminario Mayor de Bogotá. Ordenado sacerdote en Elías, 24.08.1895. Figura como el primer sacerdote ordenado por Mons. Esteban Rojas, en la antigua Diócesis del Tolima. Defunción en San Agustín: 03.04.1943.

Pbro. MANUEL ESTEBAN PAREDES
Rector 1899-1903

Especializado en San Sulpicio. En 1899, le correspondió reorganizar el Seminario Mayor en su primera estancia en Garzón, en el Palacio Episcopal. Lo acompañó como Vicerrector (1899-1901) el Pbro. Dr. Ismael Perdomo Borrero, más tarde Obispo de Ibagué y luego, Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, hoy Siervo de Dios en proceso de Beatificación. Le tocó luego, el traslado del Seminario Mayor de Garzón a Elías en 1902.


Excelentísimo Monseñor
PEDRO MARÍA RODRÍGUEZ ANDRADE
Rector 1904-1908

Nació en Neiva, 22.02.1873. Doctorado en Derecho en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Ordenado sacerdote en San Juan de Letrán en Roma, por el Eminentísimo Cardenal Lúcido María Parochi, 17.04.1897. Formado en pedagogía sulpiciana para la dirección de seminarios en París. Vicerrector del Seminario. Vicario General de la Diócesis, 1904-1920. Ordenado Obispo de Ibagué, 03.08.1924. Administrador Apostólico de la Diócesis de Garzón, 1942. Murió 05.11.1967.


Pbro. OCTAVIO HERNÁNDEZ R.
Rector 1909


Ordenado Sacerdote, 02.11.1902. Le correspondió organizar el traslado del Seminario a Garzón, en octubre de 1909, a su primer edificio propio en Garzón, construido por Mons. Esteban Rojas en el sector de Nazaret, en lo que hoy es el “Parque Esteban Rojas Tobar”, en la entrada del edificio actual del Seminario.

Pbro. VÍCTOR FÉLIX SILVA BORRERO
Rector 1909-1916 / 1918-1920


Nació en Gigante, 11.02.1880. Alumno fundador del Seminario Menor. Ordenado sacerdote en Elías, 21.02.1904. Especializado en Derecho Canónico. Fue rector y director espiritual del Seminario Diocesano. Defunción: en San Agustín, 13.02.1970.

Pbro. LORENZO GONZÁLEZ
Rector 1917

Excelentísimo Monseñor
LUIS CALIXTO LEIVA CHARRY
Rector 1925


Nació en Neiva, 24.03.1891. Alumno del Seminario Menor en Elías en 1902. Estudió filosofía y teología en Roma, 1903-1914. Ordenado sacerdote en Roma, 11.04.1914. Vicerrector del Seminario Mayor de Garzón, 1917-1920. Organizó el plan de estudios que por muchos años orientó la formación académica en el Seminario. Nombrado Vicario Capitular de Garzón, ante la renuncia de Mons. Rojas, 1922-1924. Consagrado Obispo en Bogotá, 08.04.1934. Tomó posesión como primer Obispo de Barranquilla, 12.05.1934. Murió en Medellín, 16.05.1939.

Pbro. DANIEL SOTO MOSQUERA
Rector 1926 – 1931

Alumno fundador del Seminario Menor. Ordenado sacerdote en Garzón, 17.07.1904. Prefecto del Seminario Menor en 1904. Vicario General de la Diócesis y al mismo tiempo Rector del Seminario.


Pbro. ALONSO BUENDÍA
Rector 1931-1940 / 1942

Nació en Tarqui, 08.03.1890. Ordenado Sacerdote en Nátaga, por el Excmo. Mons. Esteban Rojas Tobar, 22.09.1912. Desempeñó diversos oficios eclesiásticos. Le correspondió dirigir el Seminario en Loma Chata. Falleció en un trágico accidente automovilístico cerca de Timaná, 22.01.1958.


Pbro. JUSTINO JOSÉ MAÑOSCA LIÉVANO
Rector 1941

Nació en Nátaga el 26.06.1900. Alumno en el Seminario Menor de Elías y en el Mayor de Garzón. Ordenación sacerdote por Excmo. Mons. José Ignacio López, en Garzón, 14.08.1927. Fue Rector, Vicerrector, profesor y director espiritual del Seminario Mayor. Murió en Pitalito, 04.03.1981.


P. MARTÍN AMAYA ROLDÁN C.M.
Rector 1920 -1924

Nació en Pesca, Boyacá, 25.03.1877. Ordenado sacerdote en Popayán, 22.11.1903. Fue el primer Rector Vicentino. Profesor en los Seminarios de Tunja y Santa Rosa de Cabal. Misionero en el Huila. Historiador. Murió en Nocaima, Cundinamarca, 17.02.1958.

P. GUILLERMO KERREMANS C.M.
Rector 1943 – 1948 / 1954 – 1957


Nació en Breda, Holanda, 15.01.1893. Ordenación Sacerdotal: 18.07.1920. Fue el primer Rector en la segunda etapa del Seminario bajo la dirección de los Misioneros Vicentinos. Es una de las figuras más recordadas en la historia de este Seminario; le correspondió orientar la formación durante casi todo el período de la construcción del edificio actual. Profesor en el Seminario Mayor de Ibagué, en la Casa Central de la Congregación de la Misión en Bogotá. Rector de la Apostólica en Santa Rosa de Cabal y Tunja. Misionero en Nátaga. Visitador Provincial de los Padres Vicentinos en Guatemala. Murió en Medellín, 2.11.1968.

P. CARLOS ALBERTO GRIMALDOS C.M.
Rector 1948 -1950

Nació en Belén, Boyacá, 08.05.1902. Ordenado sacerdote, 30.05.1931. Fue profesor en el Casa Central en Bogotá, Rector en San Gil y Profesor en Tunja. Murió en el Páramo, Santander, 12.07.1962.

P. GUILLERMO RUZSIK C.M.
Rector 1950 – 1954

Nació en Hungría, 27.04.1913. Fue también Rector en Zipaquirá y profesor en Ibagué. Murió en París, 17.02.2002.

P. PEDRO BERIT C.M.
Rector 1957

Nació en Albí, Francia, 08.11.1883. Ordenación Sacerdotal: 05.07.1909. Profesor en el Seminario de Popayán, ecónomo durante 20 años en la Apostólica de Santa Rosa de Cabal, Rector en Popayán, Misionero en Dosquebradas, Rector en el Seminario de Santa Marta, Superior en la Casa Central de la Congregación en Bogotá, Superior en Cali. Murió en Cali, 07.01.1965.

P. ALFONSO MARÍA TAMAYO, C.M.
Rector 1957 -1959

Nació en Aranzazu, Caldas, 17.10.1922. Ordenación Sacerdotal: Popayán, 13.02.1949. Profesor Seminario de Ibagué y en la Apostólica Santa Rosa de Cabal; Misionero en Tierradentro, estuvo en la Casa Central de la Congregación de la Misión en Bogotá. Gran historiador de Vicentinismo. Murió en Cali, 16.01.1988.


P. JORGE OCAMPO JARAMILLO, C.M.
Rector 1959 -1960

Nació 13.11.1920. Ordenación Sacerdotal: 09.07.1944. Estuvo como formador en los Seminarios Mayores de Tunja, Popayán, San Gil, e Ibagué; fue ecónomo en la Apostólica Santa Rosa de Cabal; Profesor en la Casa Central de la Congregación de la Misión en Bogotá. Rector en el Seminario Mayor de Nicaragua. Misionero en Tierradentro. Murió en Belálcazar, Tierradentro, 26.07.1992.


P. EDUARDO ARBOLEDA VALENCIA, C.M.
Rector 1961-1962 / 1968-1977

Nació en Popayán, Cauca, 08.11.1928. Ordenación Sacerdotal: Zipaquirá, por Mons. Tulio Botero Salazar, 01.01.1953. Especialización: Filosofía Angelicum, Roma. Rector de este Seminario en dos períodos. Profesor de filosofía en el Seminario Mayor y Menor de Garzón, 1954-1958 /1960. Profesor de filosofía, en los Seminarios de Medellín, Popayán, Restrepo, Cochabamba, Ibagué. Visitador Provincial, 1962-1968; Rector en los Seminarios Medellín, Garzón e Ibagué. Actualmente, Formador Seminario Ibagué, 2004…


Excelentísimo Monseñor
SAMUEL SILVERIO BUITRAGO TRUJILLO C.M.
Rector 1962 -1963

Nació en Manizales, Caldas, 21.06.1930. Doctor en Teología de la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma. Ordenado sacerdote en Roma, 22.12.1956. Ordenación Episcopal en Manizales, 07.12.1968. Obispo Auxiliar de Manizales desde el 09.12.1968. Obispo de Montería 24.02.1973. Arzobispo de Popayán 15.12.1976. Murió en Popayán, 11.04.1990.

P. ROBERTO MEJIA C.M.
Rector 1963 – 1964


Nació en Circasia, (Quindío), 23.06.1913. Ordenado sacerdote, 03.08.1941. Sirvió en la Casa Provincial en Bogotá, en los Seminarios Mayores de Tunja e Ibagué, en la Apostólica de Santa Rosa de Cabal, en los Seminarios Menores de Inzá y Zipaquirá y en el Seminario de Filosofía La Milagrosa en Medellín. Murió en Medellín, 04.09.1992.

P. JOHN DE LOS RIOS VARGAS, C.M.
Rector 1964-1965

Nació en Manizales, Caldas, 27.08.1930. Ordenado sacerdote en Roma – Italia, por Mons. Antonio Samoré, 18.03.1956. Licenciado en Teología y Derecho Canónico en el Laterano y Angelicum, de Roma, 1953-1959. Bachiller en Derecho Romano. Formador Seminario Mayor Villa Paúl, Funza, 2006…


P. ABEL NIETO DÍAZ C.M.
Rector 1966 – 1968
Nació en la Uvita- Boyacá, 28.11.1927. Ordenación Sacerdotal: Bogotá, 05.03.1955. Profesor en la Apostólica de Santa Rosa de Cabal, Rector Seminario de Fusagasugá, Garzón e Ibagué. Párroco en San Vicente de Paúl –Medellín. Murió en Bogotá, siendo Visitador Provincial, 02.03.1986.

P. JOSÉ VICENTE OLMOS FIGUEREDO C.M.
Rector encargado 1968


Nació en Garagoa, Boyacá, 19.10.1935. Ordenado sacerdote, San Lázaro, París-Francia, por Mons. Pierre Fresnel, 21.04 1963. Licenciado en Teología, París y Roma 1961-1964. Formador Teología Villa Paúl, Funza, 2009…
P. ARTURO GALVIS NIETO C.M.
Rector 1978-1980 / 1993-1997


Nació en Chita, Boyacá, 04.10. 1937. Ordenado sacerdote en París, Francia, por Mons. Brot, 10.04.1965. Especializado en Teología y Liturgia, Instituto Católico de París, 1964-1965. Director espiritual y profesor, del Seminario Mayor de Garzón, 1967-1969 y 1973-1977. Rector en dos períodos. Profesor en los Seminarios Mayores de Ibagué, La Milagrosa de Medellín, Popayán, Villa Paúl; Rector en La Apostólica de Santa Rosa de Cabal, Villa Paúl, Funza, y La Milagrosa de Medellín. Director propedéutico San Justino, Valparaíso – Chile; Director de las Hijas de la Caridad, Provincia de Chile. Rector del Seminario la Milagrosa, Medellín, 2008…

P. AZARIAS PASTRANA CAMACHO C.M.
Rector 1981-1984


Nació en Neiva, 27.06.1932. Estudios de secundaria en el Seminario Menor de Garzón. Ordenado sacerdote en Garzón, 31.05.1958. Especializado en Filosofía, Universidad Santo Tomás – Roma. Profesor de Filosofía en este Seminario, 2002. Desde 1 de Diciembre de 1984 pasa a la Diócesis de Neiva. Murió en Neiva 12.03. 2005.


P. MARIO GARCÍA ISAZA C.M.
Rector 1985-1988


Nació en Manizales, Caldas, 11.11.1930. Ordenado sacerdote en Bogotá, por Mons. Pablo Correa León, 15.06.1957. Licenciado en Pedagogía en el Instituto Católico de París, 1963-1964. Formador en este Seminario, 2003-2005. Ha prestado diversos servicios en la formación en varios seminarios: Director espiritual en el Seminario Mayor de Popayán; Promotor Vocacional en La Apostólica; Asistente en el Seminario La Milagrosa de Medellín; ecónomo provincial y en el Seminario La Milagrosa de Medellín; Rector en los seminarios de Santa Marta, La Apostólica, Colegio Seminario de Facatativá, Seminario Indígena Páez; Formador en los seminarios de La Milagrosa de Medellín, Garzón, Neiva e Ibagué desde el año 2006…


P. DAVID SARMIENTO FRANCO C.M.
Rector 1989 – 1992

Nació en Gachetá, Cundinamarca, 13.04.1931. Ordenación Sacerdotal: Bogotá, por Mons. Buenaventura Jáuregui, 31.05.1958. Especialización: Teología de vida espiritual, Angelicum, Roma, 1962-1963. Otros estudios: Cooperativismo, espiritualidad, dinámica de grupos juveniles. Ecónomo, Seminario Mayor de Garzón, 1960-1961. Ecónomo, Seminario Mayor de Garzón, 1974-1975. Formador, Director espiritual, Seminario Mayor de Garzón, 1988. Ha prestado valiosos servicios en diversos lugares: Director de estudiantes vicentinos, Bogotá; Sub-director del Seminario Interno, Bogotá; Formador, Ecónomo, Director Espiritual y Rector del Seminario La Milagrosa – Sepavi, Medellín; Consejero Provincial; Rector de los seminarios mayores de Popayán, Cochabamba y Garzón. Director Seminario Interno y Director de Hermanas Vicentinas de la Provincia de Bogotá. En la actualidad Superior de la Región de Rwanda 2005…


P. LUIS ALFONSO STERLING MOTTA C.M.
Rector 1998 – 2002

Nació en Pitalito, Huila, 27.06.1950. Ordenación Sacerdotal: Timaná, por Mons. Ramón Mantilla Duarte, CssR, 19.12.1978. Estudió bachillerato en el Seminario de Garzón. Estudió Teología Espiritual en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, además ha participado en Cursos para Formadores de Seminarios en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum – Roma y en el Centro Internacional para Formadores, París (1994-1996). En su ministerio ha sido Párroco de San José, Santa Marta, Misionero en Soatá y el Bajo Cauca; Formador en los seminarios de Villa Paúl, Popayán, La Milagrosa de Medellín; Director Pastoral Vocacional Vicentina; miembro del Equipo orientador del Centro Internacional de Formadores (París); Asesor Nacional de la S.S.V.P. y Voluntarias Vicentinas de la Caridad; Superior de La Apostólica y Capellán del Santuario de Santa Rosa de Cabal. En la actualidad es Rector del Seminario Santo Domingo de Los Colorados, Ecuador, 2004…


P. NÉSTOR HERNANDO GÓMEZ PERALTA C.M.
Rector 2003 – 2004

Nació en Suesca, Cundinamarca, 18.01.1968. Ordenado sacerdote en Funza, por Mons. Alfonso Cabezas Aristizábal, 05.12.1993. Licenciado en Teología, Univ. Javeriana de Bogotá. Ha sido además Formador y Director espiritual en el Seminario Mayor de Popayán; Subdirector Seminario Interno y Profesor, Villa Paúl, Funza; Superior Misión Bajo Cauca, Guaranda. Desde el año 2005 – 2010 adelantó especialización en Paris. Actualmente misionero en Rwanda.


Pbro. FERNANDO FLORIANO CARRERA
Rector 2005 -2007

Nació en Guadalupe, 21.11.1960. Ordenado sacerdote en Guadalupe, por Mons. Libardo Ramírez Gómez, 11.02.1987. Alumno en el Seminario Menor, 1978-1979. Alumno en Filosofía, 1980-1982. Prefecto de disciplina Seminario Menor, 1981-1982. Profesor Seminario Mayor, 1992-1995 / 1998 … Magister en Administración y Supervisión Educativa, Bogotá, 1995. Licenciado en Teología, con especialización en Teología Bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, 1998. Especialista en Informática Educativa, Universidad Antonio Nariño, Bogotá, 1999. Actualmente Párroco de La Catedral, 2008…


Pbro. ERMINSO VALDERRAMA CUMBE
Rector 2008 – 2010

Nació en Tesalia, 19.11.1969. Ordenado sacerdote en Tesalia, por Mons. Libardo Ramírez Gómez, 06.12.1997. En este Seminario ha sido alumno en el Menor, 1998-1999; alumno en Filosofía – Teología, 1990-1997; colaborador en la Coordinación Académica del Seminario Menor, 1993; Director del Curso Introductorio, 1998-2002, al mismo tiempo Delegado de Pastoral Vocacional; Director Espiritual del Mayor, 2007. Licenciado en Teología, Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, 2001. En el mismo año partició en el XXIII Curso para Formadores de Seminarios Mayores organizado por el DEVYM – CELAM, ciudad de Guatemala. Diplomado en Formación para Formadores en los Seminarios y Licenciado en Teología con especialización en Espiritualidad para Formadores de Seminarios, en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, 2007. Nombrado Rector del Seminario en el Decreto No. 96, del 14 de diciembre de 2007, asumió el cargo en enero de 2008 hasta febrero de 2011. Actualmente Director Espiritual General del Seminario.

Ilustrísimo Mons. TOMÁS CHALA BERNAL
Rector 2011

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Parroquias

Breve historia por Gabriel Naranjo Salazar, CM

  1. Inicios: 1916-1954

La Parroquia de Nuestra Señora de Las Mercedes de Bogotá y, más precisamente, su templo y su acción pastoral, han estado siempre ligados a la Congregación de la Misión – Misioneros Vicentinos de Colombia, y a la historia de su ubicación en Bogotá.

 

Fue en el año de 1916 cuando la Comunidad, que había transitado por los caminos de Popayán, Cali y Santa Rosa de Cabal, emprendió la búsqueda de un lugar para su casa provincial y de formación, en la Capital de la República. Contribuyeron al logro de este objetivo no solo los padres José María Potier y Emilio Larquere, encargados por el Visitador de aquel tiempo, P. Juan Floro Bret, sino también el superior de los Claretianos, P. Antonio Pueyo, que poco después fue obispo de Pasto, y el Arzobispo de Bogotá, Mons. Herrera Restrepo; ambos sugirieron a la Congregación de la Misión acoger la propuesta de la familia Uribe Uribe, cuya madre se llamaba Mercedes, que quería destinar a actividades religiosas parte de su propiedad en la zona de la ciudad llamada Paiba.

 

Aceptado el ofrecimiento se inició de inmediato la construcción de las instalaciones requeridas, bajo la dirección del P. Pron. Destinado al futuro templo el ángulo de la calle 13 con la carrera 27, bendijo allí la primera piedra el Arzobispo de Popayán, Mons. Manuel A. Arboleda, acompañado del Obispo de Tunja, Mons. Maldonado Calvo; la primera misa, celebrada en aquel mismo lugar pero en una capilla provisional, la presidió el Vicario Apostólico de Arauca, Mons. Emilio Larquére, el 23 de febrero de 1917.

 

Dos años duró la construcción del edificio, que incluía habitaciones para los padres, los hermanos y los estudiantes, oratorio, biblioteca, refectorio, amplios corredores, salón de actos, talleres de carpintería, zapatería y encuadernación, imprenta, locutorio, salas de comunidad, oficinas de la administración provincial (visitaduría y procura) y, por supuesto, el templo, con su campanario y su despacho. La inauguración de la casa se hizo el 25 de enero de 1919, con la bendición que impartió el Nuncio Apostólico del momento, Mons. Enrico Gasparri.

 

“No bien se cruzaban los umbrales, cuando el visitante se hallaba en el claustro acogedor: sencillo, hermoso e imponente. Impresión de majestad causaban las columnas, redondas sobre bases cuadradas que en ellas descansaban ornadas de círculos graciosos. Extremo que se miraba en su gemelo de arriba, el cual recibía los arcos románicos. Todo: columna cilíndrica, plinto, capitel eran una sola piedra, un monolítico. Únicamente las cuatro angulares que eran dobles, se dividieron por la mitad para el acarreo. El claustro, tal vez único en la Capital, al que nadie negó el tributo de su admiración, más de medio siglo convivió con incontables moradores…” (Naranjo José. Apuntes para una historia de la Congregación de la Misión en Colombia. Bogotá, 1988. III, p 136).

 

  1. Primera Etapa: 1954-1976

Los fieles del incipiente vecindario comenzaron a participar en las eucaristías del domingo, como también entre semana y, de esta manera, fueron sembrando la semilla de la futura comunidad parroquial. El templo sirvió como oratorio público hasta 1954 cuando fue constituido en parroquia, con el nombre de Nuestra Señora de Las Mercedes, en honor a la matrona de la familia que había donado los terrenos; fue construido según el modelo ideado por el P. Pron y con la ayuda de los vecinos, que organizaban bazares frecuentes para allegar los fondos. Su primer capellán fue el P. Francisco Eugenio Préau.

 

Como centro de culto y con la ayuda de la numerosa presencia sacerdotal de la casa vicentina, se caracterizó en su primera etapa por el servicio de las confesiones y el esplendor de la liturgia. Prepararon el terreno para la identidad parroquial y la caracterizaron después, tres frentes pastorales:

 

  1. Las capellanías que prestaban los padres a la Normal de Varones y el Noviciado de los Hermanos Cristianos; a la Casa de Corrección de Menores de Paiba; al Hospicio de Bogotá, el Ancianato de San Bernardo y la Casa del Ricaurte de las Hermanas de la Presentación; a la Clínica de Nuestra Señora de la Paz de los Hermanos de San Juan de Dios; a la casa de las Capuchinas de Fontibón.

 

  1. Los catecismos que animaban los estudiantes durante los fines de semana en la Casa Central y los alrededores, hasta llegar a cubrir en un mismo momento 2.500 niños y jóvenes de la zona. En este contexto nacieron los Benjamines, por iniciativa del P. Juan Félix Londoño, una asociación infantil que fue cuna de vocaciones sacerdotales, como la del actual Arzobispo de Tunja, Mons. Luis Augusto Castro Quiroga; llegó a tener un pequeño boletín, ligado a la Revista Provincial Sembrador, escrito en buena parte por los mismos niños.

 

  1. Los ministerios. El primer párroco, P. Jesús Ramón y Tornero, proveniente de España, con un dinamismo sorprendente, caracterizó la pastoral parroquial con un sentido litúrgico que llegó a ser famoso en la ciudad y atrajo la afluencia de fieles de muchas partes, sobre todo los domingos, cuando el coro del seminario cantaba en gregoriano. El esplendor litúrgico se daba la mano con la celebración de los sacramentos, sobre todo bautizos, primeras comuniones, matrimonios y confesiones; estas últimas congregaban a verdades romerías de penitentes durante los primeros viernes, la Semana Santa, la fiesta de la Virgen del Carmen y el Año nuevo.

 

  1. Segunda Etapa: 1977…

 

A principios de 1976, la obra construida, en el más amplio sentido de esta expresión, fue demolida por decisión de los Superiores de la Provincia, después de numerosas consultas y con la ilusión de financiarla económicamente, convirtiéndola en el llamado Centro Comercial Las Mercedes. Cierto es que la intención inicial de proyecto no incluía el templo y que fue el arzobispo de Bogotá, Cardenal Aníbal Muñoz Duque, el que lo exigió con severidad; fue ubicado sobre la Calle 12B, en una parte que inicialmente se había diseñado como banco. A su lado se construyó la casa cural y un modesto campanario; sobre su base funciona el salón parroquial. Fue el 1 de febrero de 1976 cuando, con una solemne eucaristía de despedida, en la que el diácono Gabriel Naranjo se estrenó como tal, se empezó la salida de los moradores y se inició, esa misma tarde, la demolición; la del templo, de sólidas bases, se hizo inmediatamente después de la última misa del 30 de mayo de 1976. El servicio que prestaba se trasladó momentáneamente a la capilla central del Colegio San José de las Hermanas Misioneras Franciscanas de María Auxiliadora, de la carera 29.

 

El nuevo templo lo inauguró el mismo Cardenal Aníbal Duque, con la concelebración de muchos misioneros y la participación de muchos fieles, el 8 de diciembre de 1977. En el transcurso del 2008 fue remodelado, dándole espacio, luz y forma de tal, más allá de las características de bóveda bancaria, con varios elementos, como el arco de la puerta de entrada.

 

El ritmo pastoral de la Parroquia ha sido marcado por el movimiento posconciliar: reforma litúrgica expresada en la simplificación de las ceremonias, los adornos, las imágenes; participación de los fieles en la liturgia, la animación y la administración (consejo parroquial); cursillos pre-sacramentales; grupos de jóvenes y de movimientos apostólicos; organización de la caridad; diversificación de las pastorales.

 

De notable incidencia en la identidad parroquial han sido las transformaciones de la antigua casona en centro comercial y del barrio, de inquilinato, en comercio popular. Ambos hechos han determinado que buena parte de la feligresía acuda desde barrios apartados y esté conformada por descendientes de las familias fundadoras, al recuerdo y la añoranza de los sacramentos de iniciación cristiana o del matrimonio.

 

Bogotá, 19 de abril de 2013